Procesión del silencio. Viernes Santo

Noche de Jueves Santo. Ha llegado la hora amada por Cristo. Estamos aquí: acompañándonos en la HORA de la ENTREGA; acompañándole en la Hora de su entrega. Sólo en ti, Señor, solo en ti es posible andar por los caminos de la ultimidad y de la entrega. El tiempo nos ha ido enseñando que el AMOR es encarnación y servicio. Esa es la razón de nuestro ser y existir: vivir entre el amor y el servicio, al estilo de Jesús. Escuchemos con atención la primera palabra que Jesús pronunció en la cruz, suspendido entre el cielo y la tierra; desde su última cima… poco antes de morir con el cuerpo roto...y el espíritu inflamado… “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen” y caminemos a su lado, en silencio, acompañando a Jesús quien me amó y se entregó por mí.